sábado, 14 de junio de 2008

El maestro. Marta Doblas



Tengo de nuevo el gran honor y el placer de presentaros un bellísimo y emotivo relato de esta gran joven artista que es Marta Doblas. A mi me ha emocionado, y espero que a vosotros os ocurra lo mismo:




EL MAESTRO




El tiempo había pasado rápido y sin consideración de atropellar lo que tenia por delante. Mi juventud, mi rostro, y el entusiasmo de vivir se habían ido como si un inesperado soplo de viento hubiese entrado de golpe en mi vida, arrebatándome sin compasión lo que un día me había mantenido con una extraña pero cómoda felicidad. Lo único que me había salvado durante todos estos años era el recuerdo. Miré las puertas del lugar donde había transcurrido mi infancia, y que en una mañana nublada y triste había abandonado, prometiendo no volver.

Sin embargo ahora que había regresado, la luz del sol me invitaba con dulzura a entrar en el lugar. Mis arrugadas manos buscaron la cadena que siempre colgaba de mi cuello. Al final hallé una llave dorada, la empuñé y con un suspiro me impuse la sentencia de entrar en la casa. La hiedra había crecido en torno a los muros y los hierbajos cubrían el suelo donde tiempo atrás habían habitado las flores más bellas. Entré. El olor no había cambiado. Nunca podría olvidar esa fragancia. Nunca.

* * *

Una fría noche, un terrible incendio se originó en la casa de los Hawlett. De la familia tan solo sobrevivió la pequeña Edith; la joven sufrió graves quemaduras y los médicos determinaron que no podían hacer nada por ella. Edith siempre había sido una niña muy pequeña y frágil y la gente tendía a no fijarse en ella. Y esa noche, aquellos incompetentes se olvidaron de su cuerpo inerte en aquel camino, perdido en los montes de Francia. Sin embargo, un milagro sucedió: cuando las primeras luces del alba asomaban ya en el horizonte Edith tomó un nuevo aliento, volviendo a la vida.

Como consecuencia la pequeña quedó ciega y en ese momento, según se contaba, una mariposa se posó en sus hombros, guiándola hacia un lugar seguro. Días después cuando la niña se encontraba sola, su olfato, sentido que se había reforzado, la llevó hacia una casa. Edith, desfallecida por el esfuerzo realizado se dejó caer a las puertas de la casa, pidiéndole a su mariposa que no la abandonara.

Edith sintió como alguien la recogía, se la llevaba y la tendía en una cama tan blanda y confortable como lo había sido la suya antes de que fuese pasto de las llamas. Pasaron los días y descubrió que la persona que la había rescatado era un hombre maduro que le pidió que le llamara maestro. Ella accedió, su nombre era lo que menos importaba, él la había recatado de su destino. Él era su luz.

El tiempo pasó y aquel hombre se convirtió en su mejor y único amigo. Sus heridas habían sanado, y su maestro le enseñaba. Aquel lugar se había convertido en su santuario, en su lugar de reflexión y paz. Era su colegio. El maestro siempre hablaba de libros, y aunque Edith nunca se lo confesó, siempre deseó volver a ver, poder compartir con su maestro lo que más ansiaba en el mundo. Como todas las noches Edith pedía a su mariposa que le devolviera la vista.

Una noche, su maestro le leyó un libro, como siempre, pero sin embargo esa noche fue especial ya que la joven vio por primera vez en tanto tiempo aquel astro del que su maestro le hablaba: la luna llena.

A partir de ese momento, su maestro la enseñó a leer y a escribir. También Edith desarrolló una gran afición por la jardinería. Hasta entonces el jardín había estado abandonado, pero la joven comenzó a plantar y plantar flores llenándolo así todo de vida.

Pasaron los años y la joven aprendió tantas cosas que no podían ser recopiladas ni en cien bibliotecas como las del maestro. Notaba como los meses y los años pasaban por ella, pero no experimentaba ningún cambio físico. Edith pensaba que sin duda aquel lugar era una especie de paraíso para ella y sus flores.

Todas las mañanas, bajaba a su jardín y contaba historias de su invención a las flores y a las mariposas. Y las mimaba y enseñaba al maestro los progresos obtenidos. El maestro, sin embargo, si envejecía y poco a poco Edith, notó como su querido amigo se iba marchitando, cual flor en otoño. Una mañana, la joven fue a verle y se encontró con que sus ojos estaban cerrados y su expresión era serena, pero agotada como si una tropa de fornidos guerreros le hubiese arrollado.

Encima del escritorio de su maestro había una pila de libros, y sobre ellos, majestuosa, se alzaba una vitrina de cristal que contenía lo más bello que ella había visto hasta aquel momento. Dentro de aquella cúpula protectora había una flor: un lirio blanco.

En ese instante se percató que el maestro la observaba desde su lecho, con una sonrisa dulce en los labios. Edith se acercó a él, y dejó que le acariciara su pelo, como hacia cada noche. Y lentamente, con una última sonrisa el maestro expiró su último aliento, yéndose de aquel lugar silenciosamente.

En ese momento Edith comprendió que el alma de la mariposa había estado dentro del maestro siempre. Ahora le tocaba a ella emprender el vuelo.

* * *

Edith contempló de nuevo el lugar, y entonces los recuerdos acudieron a su mente. Era aquel olor, el olor que le había conducido a su verdadero hogar. Cerró los ojos.

Ésta era su historia, la verdadera y única. Ya habían pasado más de cincuenta años y aún recordaba el momento en que abandonó aquel lugar y se convirtió en adulta. Y ahora que había regresado recordó que su maestro decía que siempre quedan cosas por aprender. Su última y más compleja enseñanza era la de la vida misma.

Y así, siguió las escaleras y pasillos que conocía mejor que el laberinto de su pensamiento, y se dirigió a la habitación de su maestro. Allí la esperaba el lirio blanco, Tan fresco y bello como lo vio por primera vez. Edith suspiró y supo que de alguna manera había llegado al final de su viaje. Se relajó y por primera en tanto tiempo se dejó llevar por las sensaciones y el olor de los lirios.

Dentro de muy poco se encontraría y esta vez para siempre con la única luz que había alumbrado su vida: su mariposa.

sábado, 17 de mayo de 2008

El ladrón de la máscara. Sergio Jaime


Tengo el honor de presentaros hoy "El ladrón de la máscara", una trepidante aventura policíaca escrita por Sergio Jaime, un joven autor de trece años que, a pesar de su corta edad, ya apunta maneras. Espero que os guste.


EL LADRON DE LA MASCARA


Esta historia comienza en la comisaría de policía de Londres, cuando yo, el inspector William Harbor, estaba repasando un caso acerca de un ladrón, que últimamente había estado robando por el norte de la ciudad. Este ladrón sólo robaba en las casas de las familias más adineradas, y no sé como diablos lograba burlar la seguridad de esos lugares tan majestuosos, con guardias por todas partes. Sin duda, con los siete robos que había cometido, se había llevado un buen botín, entre cuadros, joyas, dinero y otras cosas de valor, como una
colección de monedas de la antigua Grecia.

Le estábamos siguiendo la pista desde hacía ya por lo menos un mes, desde la denuncia de los primeros robos. Además, todos los robos tenían algo en común, y es que el ladrón dejaba siempre una máscara, distinta en cada robo. Estábamos asombrados con su peculiar costumbre, e intentamos encontrar por todos los medios el origen de esas máscaras, pero nos fue imposible identificarlas, aunque entre el cuerpo de policía se oían rumores de que eran extranjeras.No lográbamos encontrar ninguna prueba, por lo que nos centrábamos más en otros casos.


Después de mi jornada, en la que, sinceramente, no había hecho más que leer unos informes y tomarme unas tazas de café, volví a mi casa, situada a pocos minutos del centro, cené y me acosté. Mi casa era un piso no muy grande, situado en un bloque que daba directamente a una calle con mucho ajetreo, principalmente debido a que era una de las principales vías para ir al centro. Durante casi todo el día se oía un ruido continuo de coches pasar, y de vez en cuando, un músico ambulante se colocaba a la puerta de mi bloque de pisos, aunque su melodía casi no se escuchaba entre tanto ruido, sobre todo cuando había atasco, con todo el mundo tocando el claxon y los policías con su pito para dirigir el tráfico. Menos mal que no vivo encima de una discoteca, porque si no lo sábados me volvería loco, aunque normalmente utilizaba ese día para ir al parque o visitar algún museo, para cuadros u objetos antiguos, lo cual a mi no me parece aburrido. Después de visitar los museos volvía a mi casa para leer el periódico o ver las noticias, ya que todos lo demás que ponían en la tele no era más que telebasura. Mi piso tenía dos dormitorios, un despacho, que anteriormente era otro dormitorio, un amplio salón, un baño y la cocina. Estaba decorado con muebles principalmente de madera. La mesa del salón era de cristal, y ya me la habían roto sin querer alguno de mis amigos cuando se pusieron furiosos al ver perder a su equipo de fútbol. En el salón tenía un sofá rojo pegado a la pared. Encima de él colgaban fotos de mis viajes, ya que yo era muy viajero. Tenía una tele de plasma y una mesa donde solía comer, casi siempre solo. El baño estaba lleno de azulejos y tenía un ducha con una mampara. En mi dormitorio tenía me cama de matrimonio, –a pesar de que no estaba casado ni con novia- los armarios donde guardaba la ropa y una mesita de noche donde nunca faltaba un libro. El otro dormitorio tenía igual decoración, y por último, el despacho, que estaba tan rodeado de estanterías con libros que no se podía no ver la pared. Nada más entrar estaba mi mesa con el ordenador donde archivaba los casos y una impresora para su posterior impresión. Después de haberos contado como era mi piso y la zona seguiré con el relato que nos acontece.


Al día siguiente, nada más llegar a la comisaría, requirieron mi presencia en una casa en la cual habían robado, y sí, como estaréis pensado, era el Ladrón de la máscara, que ya se había ganado este apodo. Esta vez el lugar era una mansión situada en una avenida al norte de la ciudad, y la víctima, una mujer de avanzada edad. Esta vez había una novedad, y es que el ladrón no había actuado solo, lo había hecho con un compañero, y por suerte, este, al ser más lento, cayó en las garras de los guardias de seguridad. Éste ladrón, llamado Bruce, no llevaba nada del botín, lo llevaba todo el Ladrón de la máscara.

Interrogamos a Bruce acerca de su compañero. Nos dijo que no conocía su cara, ya que siempre iba con una máscara puesta. No se fiaba mucho de él, ya que en otro robo que cometieron juntos hacía ya mucho tiempo, le delató, y pasó cinco años en la cárcel, por lo que estuvo dispuesto a colaborar con nosotros con tal de pillarle para que se llevara su merecido. Nos dijo que trabajaba para una organización que tiene varios ladrones en las ciudades más importantes, aunque el paradero del cuartel general de la organización era desconocido. Según nos contó, el le ayudaba aquí a robar, en Londres, pero no había actuado en los otros siete robos, y después de este robo debían entregar la mitad del dinero a la organización para la que trabajaban, dividido en tres partes, y cada parte en un lugar diferente de Europa. Primero daría el 15%, después el 35% y por último lo restante. Lo hacían de este modo para que si les pillaban en algún tramo no les quitasen todo el dinero. Nos contó que la última entrega se haría en Carnaval. En ese momento se nos ocurrió el lugar de la última entrega, al mirar la máscara que había dejado esta vez. ¿En que lugar de Europa se celebra un carnaval con máscaras que es famoso en el mundo entero? ¡¡¡ Pues en Venecia!!! Por lo tanto ya sabíamos el último lugar de entrega. Nos dijo que se hacía una entrega cada cuatro o cinco días más o menos, pero que no nos preocupásemos porque el sabía las fechas concretas, y que las entregas serían en Madrid, París y por último Venecia. Por lo tanto teníamos varios días para prepararnos. Decidimos no alertar a las autoridades de cada país para no levantar sospechas y para que el ladrón no pudiera reconocernos rápidamente. Viajaríamos yo, Bruce y dos policías que eran buenos amigos míos.

Tardamos dos días en sacar el billete para Madrid y preparar todo lo necesario, ya que no volveríamos a Londres en las cinco semanas que durara como máximo nuestra caza del ladrón. El tercer día nos subimos al avión rumbo a Madrid. El viaje fue muy tranquilo, durante el día, y lo pasamos viendo lo que ponían en las televisiones del avión. Cuando aterrizamos cogimos un taxi hasta nuestro hotel, que era de la cadena NH. Según nos dijo Bruce la entrega se haría dentro de dos días durante una manifestación, a las doce de la mañana, por lo que teníamos dos días para visitar Madrid, dos días que serían plenamente turísticos, suerte que me llevé la cámara de fotos.

Durante estos dos días hice una visita por los museos de Madrid, sobre todo con especial atención al del Prado, debido a mi interés por la pintura. También visité los diferentes parques, el Palacio Real, y me di un paseo por el centro, por la zona de la Puerta del Sol.

Después de estos dos descansados días, mis compañeros y yo nos dispusimos a capturar al ladrón. Fuimos a la zona de la manifestación, en la Gran Vía, y nos dispusimos a localizar al ladrón, ha sabiendas de que iría disfrazado con alguna máscara, por lo que prestamos atención a cualquier persona sospechosa. Había reunido un gran gentío, lo que nos dificultaba la visión, pero de repente, oímos gritos de Bruce. Fuimos a su posición para ver lo que había pasado. Al parecer vio a dos hombres con gabardina cerca del semáforo, uno de ellos sujetando una pancarta, y el otro con un sombrero que le tapaba la cara para dejar visible tan solo una larga barba negra, lo cual nos hizo suponer que ese era el ladrón, y vio que éste último le daba un sobre al de la pancarta, y que después, uno se fue calle arriba y el de la barba dobló la esquina del semáforo.

Decidimos seguir a éste, al tener suposiciones de que era el ladrón, pero al doblar la esquina tan solo nos encontramos con gente con pancartas que se dirigía a la manifestación. Maldita sea. Le habíamos perdido, se nos había escapado de las manos cuando casi le teníamos. Volvimos al hotel para decidir lo que haríamos. Pensamos que nos dirigiríamos a París, el lugar de la próxima entrega, e idearíamos un plan más elaborado, por lo que al día siguiente sacamos los billetes y nos dedicamos a pasear por la ciudad para pasar el día.

Al día siguiente nos levantamos sobre las seis y media de la mañana, y nos dirigimos al aeropuerto, ya que el avión salía a las ocho y cuarto. El vuelo duró más o menos tanto como el anterior, y la programación la cambiaron por una película, por lo que fue igualmente apacible. Nada más desembarcar hicimos lo mismo que en Madrid, pedimos un taxi y para ir al hotel y empezar a preparar el plan. Pasamos dos días de turismo hasta el día de la entrega. Bruce nos dijo que esta vez la entrega se haría en un centro comercial muy conocido en París, las Galerías Lafayette. Esto nos suponía una mayor dificultad, ya que tendríamos que cubrir varios pisos, por lo que los policías se fueron al primero y segundo piso, Bruce al tercero y yo al cuarto.

Nos manteníamos en contacto mediante el teléfono, para no mantener sospechas. De repente, mientras caminaba entre la gente, vi a un hombre con una gabardina negra, lo cual me hizo sospechar, por lo que me escondí detrás de una columna y llamé a los demás para que subieran. Justo cuando acabé la llamada, un hombre trajeado, con una bolsa en la mano, se acercaba al de la gabardina. No pude reconocer al hombre trajeado, ya que llevaba unas gafas de sol y una barba, esta vez rubia. No había dudas de que eran los que buscábamos, por lo que corrí hacía ellos, pero el hombre trajeado me vio y le dio tiempo de darle la bolsa a su compañero. Pasé de largo a éste último para intentar coger al hombre, que rápidamente subió por unas escaleras que daban al ático. Era sorprendentemente rápido, y le perdí cuando subió las escaleras, pero le seguí de todos modos. Al llegar arriba, miré entre las columnas cuando de repente vi un puño, y ya no recuerdo más, ya que después de esto me desperté en la habitación del hotel con mis compañeros mirándome y preguntándome si estaba bien.

Lograron saber donde estaba porque me vieron subir las escaleras, aunque desgraciadamente al final el ladrón escapó. A partir de ahora debíamos ser más cuidadosos, porque el ladrón ya había visto mi cara y sabía que le seguíamos, o sea que de algún modo en nuestra próxima intervención debíamos camuflarnos o disfrazarnos para que no nos reconociese. El ladrón había entregado con estas dos entregas el 50% del botín, y con la última entregaría el resto. Desconozco porqué entregaba una cantidad desigual en cada una de las entregas.

Sacamos los billetes hacia Venecia y que pasamos el día siguiente paseando por la ciudad y lamentándonos al mismo tiempo de nuestra incompetencia al habérsenos escapado dos veces el ladrón. Al día siguiente nos fuimos al aeropuerto por la tarde, cogimos el avión y nos dirigimos a Venecia.

El hotel en esta ocasión era más grande que en las anteriores, aunque eso no quiere decir nada de la calidad. Pasamos toda la noche meditando un plan. Esta vez la entrega se haría dos días más tarde durante el Carnaval, en la calle. Esta vez si que nos pondría a prueba, porque con tanta gente disfrazada, nos costaría mucho encontrarle, aunque pensamos que la persona a la que se lo entregaría tendría que tener algún distintivo para que se le reconociese. Si no le cogíamos esta vez se nos escaparía para siempre, y quedaría suelto para cometer más robos por todo el globo.

Ideamos un astuto plan. Durante la fiesta, iríamos todos disfrazados, y para distinguirnos, llevaríamos unas plumas en la cabeza, una de color rojo y otra azul, y altas para que se vieran bien. Después de esto intentaríamos localizar al hombre que debía recibir la entrega, y nos colocaríamos rodeándole, para que cuando llegara el ladrón le pudiéramos ver y coger rápidamente. Si esto fallara, no dudaríamos en tener que efectuar algún disparo. Dicho esto, le dedicamos dos días de turismo a la ciudad, y nos preparamos para la intervención.

Al día siguiente nos disfrazamos y fuimos al lugar de entrega. Lográbamos distinguirnos entre el gentío gracias a las plumas. Mientras caminábamos vimos a un hombre disfrazado con un cartel que decía algo sobre el Carnaval en italiano, y decidimos acercarnos para ver si era el hombre al que le daría el dinero. En efecto, a los dos minutos un hombre disfrazado con un sobre en la mano se acerco al del cartel, y le entregó el sobre. Acto seguido pasó algo que nos asombró a todos. El hombre del cartel cogió el sobre, se lo guardó y sacó una pistola, apuntando a la cabeza del otro. Tras unos segundos apretó el gatillo, por lo que el hombre disfrazado, o sea el ladrón, quedó muerto, y después el otro empezó a correr, pero saqué mi pistola y efectué un disparo en su pierna, por lo que no pudo andar y conseguimos atraparle.

Después de todo esto, ya en el hotel con el hombre atado a una silla, llamamos a Londres para comunicarles que el ladrón había muerto, pero que habíamos conseguido capturar al hombre que recibía las entregas. Le interrogamos y nos dijo que después de la entrega la organización mataba al ladrón para que no hubiera pistas de ningún tipo por si le atrapaban.


Después fuimos a Londres para interrogar al hombre. Yo seguí con mi vida, eso si, me ascendieron, y Bruce se hizo policía. Los días los pasamos interrogando al hombre, ya que nuestro próximo objetivo era desarticular la organización secreta y meter a sus miembros entre rejas.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Diálogos de Carmencitas


He decidido recopilar en un libro quince de los dieciséis relatos escritos hasta el momento en mi blog “Los relatos del acompañante”. Los amigos de BUBOK brindan la oportunidad de publicar tu libro a tu gusto, controlando la portada, el tamaño, el tipo de papel...Creo que el resultado es lo bastante digno como para comprarlo, y a un precio asequible. La forma de pago también es una novedad, pues se puede pagar con cualquier tarjeta, y también mediante el sistema Paypal.

Los relatos van desde el primero, “Dulce Navidad”, publicado en Diciembre de 2007, hasta “Amaretto sensual”, que apareció en Marzo de este año. He utilizado uno de los relatos, “Al viento le pregunto”, dividiéndolo en dos partes y modificándolo ligeramente, para añadir a la recopilación una presentación y un epílogo. Hay una dedicatoria especial a Edda, fiel lectora de mi blog, que con sus inteligentes comentarios y sus apreciadas palabras de ánimo me ha animado cada semana a seguir con el blog.

La dirección para comprar los libros es la siguiente:

http://felixon.bubok.es/

También tenéis la opción de leer los relatos, gratis, en el blog, cuya dirección es la siguiente:

http://relatosdefelix.blogspot.com/

Aunque lo más seguro es que, cuando leáis un par de relatos, estaréis deseando comprar el libro.

domingo, 11 de mayo de 2008

El reloj. Marta Doblas


Otra interesante aportación de esta gran escritora. Seguro que os gusta:


EL RELOJ


Miré a mi padre. Llevaba un traje gris y una corbata. Siempre se ponía muy elegante cuando íbamos a misa. Entramos en el edificio, y poco después el sacerdote comenzó con su sermón. Miré al suelo, al techo, otra vez al suelo y mis ojos se fijaron en un reloj.

Era un antiguo reloj que a veces se paraba. Nunca me había fijado en él.
- Papá, papá, dime ¿cuánto tiempo hace que ese reloj está ahí?
- No lo sé. ¿Quieres atender?
Así que cerré la boca y me concentré en el reloj. Tic-tac, tic-tac sonaba el aparato. Y entonces todo el mundo se levantó y salieron de la iglesia.

Yo aún seguía pensando en el reloj, así que cuando llegué a casa fui a la habitación de la abuela. Mi abuela era la persona más anciana que yo conocía y en sus tiempos había sido una fiel comadrona. Y allí la vi, su pelo blanco caía por la espalda y miraba por la ventana con melancolía.
- Abuela, ¿puedo pasar?
- Claro – rió mi abuelita- ¿Qué sucede, pequeño?
- Me preguntaba el origen del reloj de la iglesia. Siempre está averiado por lo que debe ser muy antiguo ¿no?
- ¿Antiguo? Ah, tan antiguo...- suspiró mi abuela.
- Cuéntamelo
Mi abuela rió con dulzura – abre esas orejas pequeño, ábrelas porque lo que voy a contarte es una historia antigua, tan antigua como el tiempo: “Tiempo atrás, cuando el mundo era nuevo y los bosques eran frondosos y mágicos, un ruiseñor cantaba al amanecer. Esa misma noche su amor se había marchado y no sabía si volvería. El ruiseñor saltó de rama en rama y voló por el bosque para tratar de encontrarla. Pasaron días y noches y el ruiseñor descontento no encontraba consuelo. Su vida pasaba y no sabía donde buscar. Un día temprano el ruiseñor tomó una decisión. Voló hacia el horizonte, más allá del mar, para encontrar su felicidad.

Él pensaba que no la volvería a ver, pero sin embargo un día pasó por un bosque espinoso y oscuro y se dijo que allí debía mirar. Una terrible visión culminó con su agonía, como una pesadilla de la que ya no podría despertar. Allí estaba ella con dos espinas clavadas en su corazón, todavía capaz de palpitar por un amor tan intenso capaz de volar.

El ruiseñor con su último canto con ella se fundió, creando juntos un reloj de amor.

Ese reloj a veces se para, por intentar expirar un ultimo aliento de vida, para volver a comenzar.”



Marta Doblas
Escrito el 7 de Febrero del 2008.

martes, 1 de abril de 2008

El Titanic. Marta Doblas


Tengo el inmenso honor de presentaros hoy el relato que ha escrito una buena amiga, Marta Doblas, pariente cercana, sobre un tema tan fascinante como el hundimiento del Titanic y su orquesta. La fotografía de la izquierda refleja el rostro real de los miembros de tan mítico grupo. El relato de Marta es una ficción que recoge la aventura que corren cuatro de los miembros.
Os reto a adivinar la edad de la escritora. Por la madurez de su estilo, podría ser una persona mayor, ya curtida en las artes de la literatura. Por su frescura, en cambio, podría ser de mediana edad...Venga, adelante, hagan sus apuestas, y a disfrutar de la lectura de esta joya:



El Titanic



Miré el buque que se alzaba ante mí. Le llamaban” el buque insumergible”. Suspiré y miré la lujosa estructura que mostraba al exterior. Placas de hierro, cuatro chimeneas y metros y metros de cubierta. Cogí el maletín que transportaba mi utensilio, y también el pan que me mantenía cada día. Mi violín. Todavía me acordaba del día que me contrataron, en ese momento pensé que Dios me obsequiaba con un regalo. Estaba equivocado.

Subí por la pasarela, con mi traje gris y entregue mi pasaje al empleado.
- Bienvenido- dijo el joven almirante mientras leía mi cartilla.- Espero que tenga una confortable travesía señor Douglas.
- Gracias, buenas tardes.
Entre en el buque, pero nunca me podía haber imaginado lo tremendamente increíble que era. Pase por las pasarelas de madera, disfrutando del olor a recién pintado. Poco a poco me dirigí a mi camarote. Había otras tres camas distribuidas por las dos salas continuas. Entonces se abrió la puerta, y un hombre un tanto más mayor que yo entro en la estancia. Llevaba un violonchelo en la mano.
- Hola- me saludo con una sonrisa amable- me llamo Charles y soy el violonchelista de la orquesta.
- Yo soy el violinista, soy Michael, por cierto, encantado.
- Un placer- respondió mi nuevo amigo.
En ese momento entraron dos hombres con sus respectivos instrumentos en la habitación. Se llamaban Thomas y Alexander. Así se creo la banda de el Titanic.

Un poco mas tarde bajamos al gran comedor, donde los de primera clase se dedicaban a contar sus chismes. Al ensayar nos dimos cuenta de que éramos simplemente brillantes. Poco a poco todo se empezó a llenar de gente y los cocineros empezaron a trajinar con los brazos llenos de comida humeante. Comenzamos a tocar, con maestría, pero en realidad nadie nos hacia caso. Esa noche, Thomas comento que se sentía frustrado, y es que todo hay que decirlo, y es que nuestro amigo siempre se había creído el ombligo del mundo, y en ese viaje se dio cuenta de que no era así.

Los días y noches pasaban con monotonía, tocar y practicar e ir de fiesta en fiesta. Todo, absolutamente todo iba perfecto hasta una fría noche, en la que el buque de los sueños se convirtió en el buque de la pesadilla.

Esa noche acabábamos de salir del salón tras una velada grandiosa, y por entonces reíamos, aunque desconocíamos que seria por última vez. Rumbo a nuestro camarote oímos un ruido sordo.

Nos miramos los unos a los otros.
- Se ha debido de caer un cuadro- dijo Alexander.
- Yo no lo creo- le respondió Thomas sombrío- y no pienso dormir si no se lo que ha sucedido- dijo mientras se daba la vuelta y se iba.
Yo le seguí el primero, pero en apenas unos momentos todos nosotros nos dirigíamos a la cubierta.
Al llegar vimos que había personas jugando con hielo. El suelo estaba cubierto de esos trozos cristalinos. Algunos comentaban que habíamos chocado con un iceberg. Fijándome en el ambiente note como los oficiales iban de aquí para allá con cara de preocupación.
- ¿Un cuadro, eh?-dijo con sarcasmo Thomas.- Bien, ¿y ahora que hacemos?
- No hay porque preocuparse, todo el mundo sabe que nadie ni nada podría hundir este barco- dijo Charles muy seguro de si mismo.

Un poco después el capitán hizo que todo el servicio acudiera al salón principal. Y allí estaba el, de pie y mas pálido que un muerto. Antes de comenzar a hablar dio un prolongado suspiro.
- Señores, como todos a estas alturas ya sabrán hemos chocado con un iceberg- dijo con voz grave.- Vayamos al grano, mis queridos señores, nos hundimos.
Tras esas palabras mi vista se nublo y no quise escuchar más. Lo último que vi antes de salir de la estancia fue como al capitán se le escapaba una lágrima. Una lagrima tan salada como la misma mar.

Al salir, estábamos más blancos que el papel, ya que sabíamos que nos habían puesto una sentencia de muerte. Ya que ni siquiera había suficientes botes para la mitad de los viajeros, por lo que mucho menos para nosotros. Moriríamos en la mar, como nuestra tumba salada.

Nos sentamos en el suelo de la cubierta con nuestros abrigos, sin saber que hacer o que decir. Minuto a minuto notábamos como el Titanic iría a echarse una longeva siesta al fondo del océano.

Esta situación me sobrepasaba, por lo que decidí expresar lo que sentía:
- Amigos míos,- dije suspirando- afrontemos la realidad: esta noche será la última. No se vosotros pero yo haré lo que mas me gusta en este mundo- dije con lagrimas contenidas en mis ojos.

Se miraron entre si, sonrieron y se levantaron. Todos corrimos y cogimos nuestros instrumentos. Estuvimos mucho tiempo tocando, o al menos eso me pareció, porque luego la gente empezó a correr despavorida.

Esa noche llegamos a tocar con nuestras humildes manos lo que todo músico desea: la excelencia y la divinidad. Dado un momento, los cuatro partimos hacia la parte superior del barco; ya que se estaba levantando. Una vez allí nos agarramos a una barandilla, y entonces oímos un ruido sordo; en ese momento el Titanic se partió por la mitad. En unos segundos que a mi me parecieron horas el buque se puso completamente en vertical y Alexander cayó al vacío. Todos gritamos su nombre mientras nuestro amigo se quedaba colgado de otra barandilla.

Poco a poco el mar engulló con apetito voraz el navío y con él, todas las esperanzas depositadas. El agua estaba tan fría que no sentía prácticamente ninguno de mis miembros. Alexander se reunió con nosotros. Note que la vida de mis compañeros se escapaba como las mariposas de las manos de los niños en primavera.

No comprendía porque los botes no venían a por nosotros. Poco a poco las voces se apagaban, y los llantos de las bocas de los niños expiraban. El frío era tan intenso que mis amigos comenzaron a dejar de moverse. Tenia tanto sueño y frío…

Entonces vi una luz. Creí que era un bote que venia a buscarme, pero luego me di cuenta de que esa luz era mucho mas intensa de la que cualquier bote. Pude percibir como mi alma se alzaba al cielo junto con las de mis amigos.

Quienes sobrevivieron al terrible accidente recordaron que durante unos segundos oyeron la melodía más poderosa y brillante de todos los tiempos.

En honor a la Banda del Titanic

domingo, 9 de marzo de 2008

Amor vampiro, de Andrés Pons


Os presento otra muestra del talento para el terror de mi buen amigo Pons. Espero que lo disfruteis:



AMOR VAMPIRO



Manolo llega de nuevo tarde al trabajo, su última película le trae demasiados quebraderos de cabeza. Actores incompetentes, un guión que no ve la forma de sacarlo, múltiples problemas en la producción. Un desastre de los que ya se encuentra acostumbrado.
No en vano lleva unos diez años metido en la serie b directa al video o, en este caso DVD, canales por cable a pesar de su juventud. No cuenta con mucho más de 30 años. El hombre es totalmente feliz en ese mundillo donde entró al colaborar en algunos cortos para colegas. Sin saber ni cómo lo empezaron a llamar para hacerse cargo de todo tipo de producciones, todas orientadas al mismo fin.
Presupuestos mínimos que aseguren una rápida recuperación del dinero invertido.
ZOMBIES, vampiros, Hombres lobo, sobre todo, muchos psicópatas pululaban por sus cutres realizaciones donde el sexo rozaba la pornografía, siempre acompañado por litros de sangre y humor grueso. Venta fácil que le permite llevar una vida aseada. Sus padres se dedican al cine aunque en una faceta muy diferente, ellos son guionistas trabajando en producciones de más alta alcurnia. A ninguno le hace muy feliz el camino de su hijo pero no les queda más remedio que aceptarlo.
De todas formas hace tiempo que el joven vive en un piso de Madrid. Sus padres, que siguen en Mallorca, tan solo sé ven de tarde en tarde. Nunca se sintió comprendido por ellos en una relación siempre fría.
Vivía solo sin novias ni mujer a la vista, él prefiere amigas para pasar el rato sin compromisos, no quiere por el momento engancharse con nadie. “Si soy feliz tal como estoy ¿Por qué estropearlo?” Afirmaciones totalmente prácticas que sin duda nadie le discutía.
De estatura que roza el 1,78, pelo y tez morena, unos ojos marrones muy bonitos lo mejor de un rostro acompañado del cuerpo algo regordete. Es uno de estos tipos que no destacan por su belleza, aunque tampoco se le puede considerar feo. Un hombre normal y despreocupado que tiene las ideas claras.
Al llegar a los estudios ya tiene que lidiar con los productores totalmente enfadados ante su retraso.
Enseguida se disculpa haciéndoles ver que el tráfico en la gran ciudad es realmente aplastante.
Tras llamar a los cámaras y ayudantes, toda la parafernalia se pone en moviendo espera grabar un par de escenas en está tarde.
- Chicos venid aquí.
Los dos actores acuden con cierto sopor en sus miradas a la llamada, todos desean terminar cuanto antes esa mierda y cobrar los cuatro duros.
Lo malo es que la actriz principal que debe ser la pasional y bella vampiro tiene bien poco de pasional, pero lo peor es que tiene menos de belleza. Una presencia de 1,60 acompañada de cara de caballo no es el glamour que precisamente se buscaba. El actor si que es un tipo bien parecido, alto, rubio y ojos azules, lo malo es que no sabe ni interpretar una sola frase.
El joven director, sudando, da las instrucciones:
- Es una escena muy simple, tú Carlos te encuentras de espalda maldiciendo la pérdida de tu amor, entonces Eva entras para abrazarlo por detrás, le besas el cuello que muerdes a continuación. Entonces el deseo os ataca a ambos para realizar en la cama el amor con fiereza. Bastará que os desnudéis del todo y que tú lamas sus pechos, entonces se gime un instante y se acabó.
Entonces el gran Carlos lanza otra de sus preguntas:
- ¿Cuando se termina la escena?
- Cuando escuchéis “corte” se finiquita todo, quiero que improviséis y nosotros ya rodaremos.
Antes de que contesten, el director se aleja de la escena mascullando entre dientes.
Su fiel ayudante Juan, a quien conoce desde el instituto, es su pañuelo de lágrimas:
- Siempre intenté hacer algo mejor, tengo un sueño de regalar un gran filme de terror, nada de explotación, me refiero a una buena película con intérpretes de verdad, con un guión que cuente algo. Realizar alguna cosa con la que sentirme orgulloso, ¿Sabes a lo que me refiero? Es duro trabajar diez horas diarias en basura para pajilleros.
Su amigo asiente divertido:
- ¿Quién te crees que eres? ¿Kubrick? Vamos colega es lo que nos da de comer, después viajamos por festivales, nos pagamos la hipoteca. Aunque este filme sea de lo peor que te sale, a pesar de que querías darle una mirada más adulta, no es culpa tuya. Si nuestros amigos productores no se gastan más que 18000 euros, además de contratar a actores no profesionales, no podemos hacer nada mejor. Estoy seguro que tienes mucho talento escondido pero desde el principio aceptaste este juego, una vez que entras no sales, ninguna productora importante te avalará viendo tus trabajos.
Por desgracia Juan tenía razón.
Anochece en el atasco de nuevo, las tripas no dejan de cantar, el móvil suena con su insistencia de siempre.
El productor le alecciona sobre lo próximo a rodar, maldita libertad que ni le dejan autoría para desempeñar por si mismo una escena.
El mesón, tal como es costumbre, se encuentra a reventar, al autor no le hace falta ni pedir el menú para que le sirvan. Lleva años acudiendo a comer o cenar siendo fiel a ese tranquilo lugar que tiene una clientela fija y precios aceptables.
Algo le deja sin respiración al notar que es lo que encuentra diferente en la familiaridad de siempre. Una joven morena pide una cerveza en la barra, debe andar por los veintisiete más o menos, mide poco más de 1,70 y sus facciones son las de una diosa.
Grandes ojos negros, con preciosa cabellera rizada de color oscuro, boca, nariz perfecta y un cuerpo con curvas de infarto, moldeado en belicosas piernas con nalgas esbeltas. Unos pechos hechos para el pecado. Su sonrisa es dulce aunque tiene la mirada triste, como de desamparo, a la vez que irradia cierto peligro. Unos matices irresistibles además de un vestuario extravagante.
Parece salida de un filme de vampiros, con ese traje ajustado, estilo gótico, de color rojo pasión, se rodea con una gran capa negra.
Sorprendentemente enfila el camino hacia la mesa de Manolo con decisión.
- Disculpe ¿Puedo sentarme?
- Por supuesto - responde el aludido con voz temblorosa - No es usted de por aquí, nunca la había visto.
- No soy de aquí, en realidad vengo de un lugar no demasiado agradable, digamos que me escape de él, cambiando de tema soy una gran admiradora de su trabajo. No de sus filmes que son muy pobres pero se nota en cada uno de ellos su firma, creo que es mejor director de lo que aparenta. Quiero ser su actriz principal.
- Lo siento pero ya tenemos a la intérprete contratada, le agradezco mucho su interés en mi carrera.
- ¡Ja, ja, ja, ja, ja! Perdone que me ría pero mucho me temo que su actriz no da la talla en el papel, digamos que me pasé por el rodaje. Pelee con sus productores que lo tienen esclavizado. Le prometo que le daré una interpretación sublime, que este filme significará su espaldarazo merecido, aunque para ello deberemos cambiar muchas cosas del guión. Cuando termine de cenar podría llevarme a su casa, en ella trabajaremos mis ideas.
El hombre se encuentra totalmente confundido, ¿De dónde sale está mujer? ¿Cómo puede ser que parece que lo sabe todo de mí? Sin embargo ante la extraña situación no puede negarse, la fuerza que le transmite la belleza que tiene enfrente le empuja a no negarse en nada de sus deseos.
- Me llamo…………
- Manolo pronuncia ella dulcemente. - ¿Acaso cree que no voy a conocer el nombre del director que va a situarme en la fama? Yo soy Vanesa. Sé que eres una buena persona. Honrada y trabajadora, aunque eso tus padres no sepan asimilarlo, ellos siempre te pidieron sobresalientes en tus estudios, que destacaras en los deportes, tú no estuviste a la altura.
- Es igual, no por ello dejas de ser brillante, solo que el verdadero talento no lo sacaste a relucir.
- ¿Sabes? Esto es un poco extraño, no entiendo el puesto que conoces mi vida, ni entiendo tampoco por qué supones tantas cosas de alguien que ni conoces.
- Puede ser extraño, pero nos necesitamos mutuamente.
- ¡Ya! Al menos dime algo sobre ti, cuéntame de donde eres, de tu familia, ¿A que te dedicas?
- Hace muchos años que no veo a mi familia, soy mucho mayor de lo que aparenta mi aspecto, me dedico a sobrevivir, aunque en ocasiones la sed es demasiado fuerte, pero quédate con eso. Solo soy en el fondo de todo una chica que quiere ser normal, que necesita amar y sentirse amada, encontrar la humanidad que todavía posee en su ser.
- Bueno, mejor no me cuentes nada, veo que tienes mucha imaginación, vamos a casa a ver que puedes ofrecerme.
……………………………………………………………
- ¡Nunca me pasó algo parecido! Exclama entusiasmado el joven ante la fuerza narrativa que desarrolla frente al teclado. El guión se rescribe prácticamente de principio a fin creando un relato maduro lleno de tensiones, fuerza y gran densidad dramática.
¿De donde salía de repente esa capacidad? ¿Es la chica misteriosa su inspiración? Tal vez siempre tuvo ese talento escondido.
En compañía de Vanesa pasa por diferentes sentimientos, se abre de los adentros contándole sus frustraciones, sueños no convertidos en realidad, prácticamente le habla desde la infancia hasta el momento actual.
Rendido, cae dormido en el regazo de su bella amiga, que con suavidad lo tiende en el sofá, que sale después del pequeño apartamento.
El camino la guía hacia el cementerio, lugar de la muerte que tanto conoce cantan los seres de la noche, la niebla es densa. La tumba de sus padres le trae desagradables recuerdos. Una silueta se acerca.
El hombre, de una edad indefinida, vestido de riguroso negro, posee un corte aristócrata con su sombrero de copa y el bastón que mueve elegantemente en sus manos enguantadas.
Gran estatura, un sublime rostro aterciopelado de ojos azules, largo cabello dorado y sonrisa celestial a la vez que fría.
- Eres tan previsible desde que escapaste supe que tarde o temprano vendrías aquí. No entiendo esa actitud por remover el pasado.
- ¿No lo entiendes? Los ojos de Vanesa escupen fuego – Para algunos es fácil olvidar lo que un día pasó, para mí no. Entrasteis en una casa de gente que nunca hizo daño a nadie, matasteis a mis padres delante de mis ojos. Tuve suerte que te enamorases de la chica que lloraba, que solo la transformaras en un monstruo. Sabes de sobra que mi deseo es venganza, que jamás te amé a pesar de tus lujos porque no elegí ser inmortal ni poderosa. No fue mi decisión matar a gente inocente por su sangre, no puedes obligar a nadie a ser lo que no quiere ser.
- ¡Basta de tonterías! ¡Soy tu creador y me debes respeto! Eres el más poderoso vampiro después de mí, tienes facultades humanas que te permiten no temer a la luz del sol y beber o comer lo que quieras. Puedes caminar en el mundo que quieras siendo siempre bella. ¿Qué más puedes pedir? ¿Ser como ellos? ¡Míralos! Son seres inferiores llenos de miedos, de inseguridades. Nosotros nos entregamos a los placeres ocultos que otros no pueden alcanzar. Debes volver.
- ¡Ya salio el gran Orlof! ¡Rey de los vampiros! ¿Alguna vez te paraste a pensar que fuiste humano? Nosotros somos monstruos robotizados, no amamos, solo deseamos. No volveré a un reino infectado de tinieblas, además un hombre bondadoso necesita mi ayuda, mi deseo es vivir aquí, entre los humanos.
- ¡Para ser considerada un monstruo! Te olvidas de un pequeño inconveniente, necesitas sangre. Dentro de poco, tal vez unos días o meses, saldrá tu animal interior a matar. ¿Serás aceptada entre ellos? Te diré lo que va a pasar, todos te temerán o tal vez te odiarán y acabarán contigo. Te daré un margen para que juegues a la buena chica con ese desgraciado que intentas ayudar. Si no vuelves bajaré del infierno con unos cuantos ángeles para acabar contigo. Tú elegirás lo que quieres. Nosotros no soportamos la traición.
Tras una brisa helada el gran jefe desaparece.
Ella sabía desde el principio lo que pasaría ¿Puede enfrentarse a él? La respuesta clara es un no rotundo. Es mucho más fuerte en todos los sentidos, no tendrá piedad para infligirle dolores inimaginables, pero a pesar del peligro su decisión está tomada. Moriré en Madrid que es donde nací antes incluso que la ciudad tuviese su nombre. Si mato a alguien para sobrevivir solo será basura que por sus pecados no merece vivir.
Tal vez la fuerza humana que todavía recae en ella le permita afrontar la lucha, de momento debe ayudar a un chico a conseguir amarrar su destino. Realizaré el bien mientras pueda, después tendré que hacer el mal. Pero mi alma será siempre libre sin pertenecer a nadie. Con ello viviré o moriré con honor.
Tras estos pensamientos se encamina el regreso con una sonrisa de ánimo “tengo un filme que realizar” se dice en voz baja.
Al día siguiente se empieza a rodar desde la primera escena, con el guión nuevo él ayudante de dirección y gran amigo Juan no sale de su asombro.
Dispara las preguntas sin esperar respuesta, la mayoría sobre dos temas que le intrigan sobremanera.
¿De donde sacó a esa fabulosa actriz? ¿Quién es? ¿Cómo puede ser que rescribiera un guión completo en solo una noche? Lo más increíble es sin duda que los productores aceptaran todos los cambios sin rechistar.
El director se limita a contestar la verdad.
- Ella me encontró a mí, no se nada, ni de donde es, tampoco sé nada de su familia, solo puedo asegurarte una cosa. Que me inspiro sacando todo lo que tengo dentro, que es preciosa y que actúa como los dioses.
- ¿Los productores? Yo no los convencí, ya te puedes suponer quien fue, esa chica es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, creo que está completamente loca, se cree de verdad un vampiro o algo parecido, pero de momento dejemos seguir el juego.
El asombro no deja articular palabra al compañero de fatigas, su rostro, siempre seguro, se arruga ante la duda. Eso desata las carcajadas del director, que le llama cariñosamente “osito”, sobre todo cuando se preocupa con esos tics tan característicos en él.
Lo del apodo viene por su gran envergadura, próximo al 1,90, con prominente estomago aunque también gran anchura de espaldas.
Muchas veces aprovechaban su imagen de gigante de buen corazón para pequeños papeles. Unos cinco años mayor que Manolo, no lo parecía ante sus rasgos aniñados.
La verdad es que todos lo aprecian por su bondad, hombre de familia felizmente casado con una actriz de serie b de su misma edad y padre de un niño pequeño que espera no se dedique al mundillo del cine, ya que no le acaba de convencer una vida tan competitiva y llena de falsedad.
La escena se desarrolla y llaman su atención sacándole del letargo en que se encuentra sumido. La desconfianza crece a cada momento que observa a la extraña Vanesa.
Ella, con un monologo, postrada en un banco de un parque, ve la gente pasar, articula cada palabra con enorme tristeza de lo que se siente al no poder llevar una vida normal, como esas chicas felices que pasean con sus novios.
Condena su maldición entre lágrimas.
Todos asisten callados ante la luz que sale de toda la interpretación, llevada a cabo con desgarradora intensidad. Parece brillar en su largo vestido blanco, la mirada abarca desamparo, con una belleza llena de fragilidad a la vez que fuerza.
El “corten” rompe el silencio, sin pensarlo todos los del equipo de rodaje acuden en bandada a abrazarla, la escena queda poética, maravillosa, rodada con una maestría que nadie podía figurarse en un director de explotación. Los murmullos no dejan de afirmar una verdad como un templo.
- Esto puede ser algo muy grande, un autentico hito en el terror con drama, echo con poco presupuesto. Los productores se frotan las manos ante la pareja de actriz/ director que acaban de encontrarse de la noche a la mañana.
La joven pasa de las lágrimas a las sonrisas en el descanso, donde insiste en invitar a comer a su amigo.
- Estuviste maravillosa, no me creo que no actuaras antes.
- No estoy interpretando, lo que digo me sale de adentro, son mis sentimientos verdaderos.
- ¿De verdad te crees vampiro? ¿Es un método de eso que utilizáis los interpretes? Realmente empiezas a preocuparme.
- Es hora que veas con tus propios ojos la verdad ¿Vamos a tu casa?
Tras acceder se encaminan hacia su apartamento, puede ser que esté completamente loca, pero no puede ignorar lo que empieza a sentir por ella.
La desea con todas sus fuerzas, solo piensa en poseerla, además de que le embarga el misterio que rodea su ser. Parece salida de un cuento gótico, donde nada tiene sentido.
Es una locura, ya que solo la conoce de unos días, pero la normalidad desde que la vio no hace acto de presencia, ese sentimiento es enamoramiento al no poder dejar de mirarla.
Sin pensar, la besa apasionadamente, abrazándola fuertemente.
- Lo siento, yo no suelo comportarme así


- No te disculpes - responde ella devolviéndole el beso.
Entran en la habitación sin dejar de acariciarse, desnudos caen sobre la cama, él la besa suavemente por todo su cuerpo, arrancando suaves gemidos, se mueven lentamente, llegando al éxtasis conjunto.
Abrazados intentan alargar el momento:
- ¿Dónde estabas todos estos años? Eres mi princesa que acaba de rescatarme, o tal vez una bruja, ya que desde este momento solo quiero vivir para amarte.
- Ya te amaba incluso antes de verte, ahora solo puedo decir que el mundo es bonito en ocasiones. Debes saber quien soy en realidad, entonces creo que me despreciarás.
- Jamás podré despreciarte. Dime ¿quien eres? Quiero saber tus secretos para poder comprender lo que te hace sufrir y solucionarlo juntos. Deseo estar contigo en toda mi vida. Mi mundo ya no tiene sentido si no estás siempre conmigo.
Un dulce beso que se funde en un nuevo abrazo, ambos amantes callan ante el frescor del amanecer. Ella empieza a llorar desconsoladamente.
Sin más preámbulos se crea una imagen ante Manolo:
Un lugar negro, con castillos derruidos, formados por seres, algunos bellos y otros deformes. Todos se alimentan de sangre humana, de hombres y mujeres raptados, orgías llenas del color rojo de los crímenes.
Ella aparece en una con cara aterrorizada pidiendo clemencia para sus padres que son devorados. Él hombre alto la muerde en el cuello.
-¡Ahora eres una de nosotros! Exclama con gran sonrisa, mientras la bella joven cae sin sentido en el sueño de la muerte.
Las imágenes pasan viéndola matar para sobrevivir, el tiempo se convierte en la mano derecha del jefe del clan, pero en las noches, cuando está sola, llora su desgracia... a pesar de entregarse a la nueva vida.
Un día decide escapar para volver a la tierra de donde proviene, resolviendo ayudar a un director mediocre de quien se acaba de enamorar perdidamente.
- Ya sabes la verdad a grandes trazos, ellos vendrán a buscarme, lo nuestro es imposible. No debes temer, nunca te haré daño. Supongo que me consideras un monstruo, no puedo recriminártelo.
Ya vestidos se miran en silencio en el salón, él con voz temblorosa, empieza a preguntar.
- ¿Puedes explicarme como te puedes mover libremente a la luz del sol? Además no encuentro respuesta al verte comer de todo.
- ¡Claro! – Asiente ella con ironía – Si vemos una cruz huimos, se nos mata con estacas o el ajo nos hace huir. Olvídate de tus películas, los vampiros somos medio humanos, aunque tengo que admitir que algunos no pueden resistir el día, los más poderosos si que lo logramos. Nos mata lo mismo que acaba la vida con cualquiera, una bala, una caída. Lo difícil es que una bala nos alcance, o algo por el estilo. Que alguien sea lo suficientemente fuerte para dañarnos.
El hombre, con los ojos llorosos, articula
- Por una vez que encuentro el amor, es con un ser sobrenatural de todas formas no puedo obviar mis sentimientos. Quiero luchar contigo, no dejaré que te dañen, solo eres una victima.
Ella se abraza fuertemente.
- Ahora tengo que ir a cazar, quédate aquí, lucharemos juntos.
Desaparece ante la mirada llorosa de su amante.
- Joder, esto no se lo cree nadie.
En la calle se respira el mal, cuatro hombres de mal vivir acosan a une pobre joven aterrorizada, uno de ellos la empuja al suelo.
Las carcajadas resuenan entre el olor a alcohol, uno de ellos empieza a bajarse los pantalones mientras los demás sujetan a la indefensa victima, una fría navaja acaricia su mejilla.
- ¡Quieta puta! ¡Veras como te gusta! Vas a comprobar lo que son hombres de verdad. no esos maricones bien vestidos de discoteca.
Una voz resuena a sus espaldas, la morena con atuendo blanco, ajustado, que permite observar sus deliciosas formas, los mira desafiante. Parece que una luz la envuelve.
- Yo tengo ganas de unos hombres de verdad, ¿Sois vosotros los que me van hacer disfrutar? Sus labios dibujan una sonrisa de confianza, avanza lentamente hacia ellos.
- ¿De donde salio la guarra? pregunta uno de ellos acercándose
- ¡Eso da igual! Responde otro con el rostro del deseo. – Vamos a demostrarle con quien juega.
Los cuatro ríen abiertamente sin saber que esas son sus últimas sonrisas no tiempo a reaccionar ven ante sus ojos desaparecer a la presa que aparece de repente a la espalda de uno.
Le agarra la cabeza arrancándosela de cuajo, bebe en el interior de ella con el ansia del hambre contenida. Los gritos de horror se suceden.
Las unas de sus manos crecen rápidamente. Prácticamente porta diez cuchillas.
Con un salto mortal corta el cuello a otros dos, que se ahogan en su propia sangre. El que queda sale corriendo. pero no existe la piedad.
Se le planta delante con enorme velocidad, con gran precisión atraviesa su pecho, sacando el corazón devorando ante los ojos de la victima, la sangre que inunda el lugar no salpica ni una gota su vestido.
La chica que permanece en el suelo está al borde de un ataque.
- ¡Vete! Recuerda que las chicas jóvenes deben tener cuidado por donde pasan.
La joven desaparece rápidamente entre llantos, seguramente contará lo que acaba de presenciar a todas sus amistades. ¿Qué más da? Nadie va a creerla.
La escoria con la que alimentarse se multiplica en los recovecos de la ciudad, pasan los días en el rodaje y las noches en las calles. Apenas unas horas de sueño la mantienen fresca, el amor unido a la sangre que se sirve en cada madrugada le proporciona un gran poder. Son simples vagabundos o drogadictos que a la policía ni le interesa investigar. Circulan leyendas sobre una súper mujer que ajusticia sin piedad el mal.
Todo queda en cuentos de terror de novela barata, que por supuesto se olvidan rápidamente, sin dar crédito a los que pregonan descomunales tonterías.
El día llega, justo en la celebración del final del rodaje siente la fuerza del malvado Orlof. Es hora de enfrentarse a su destino. Desaparece sin dejar rastro, es su lucha y no quiere arrastrar a su amor a una muerte segura.
No hacen falta muchas palabras en el cementerio. En esta ocasión no se viene a parlamentar. Solo una pregunta que según la respuesta obtenida desencadenará la guerra.
- ¡Es el día de llevarte de vuelta! Volverás viva o muerta, tú decides.
- Ya sabes mi posición, me quedo aquí o muero con honor, pero jamás volveré a ser lo que no quiero, si te elimino conseguiré ser humana de nuevo. ¿Crees que no sabía que matando al que me convirtió lo lograba? Esperé este momento mucho tiempo. El poder que poseo ahora es el adecuado para derrotarte.
Los ojos del gran vampiro se incendian en fuego, bajo la tierra surgen enanos con sonrisas que dejan entrever dientes afilados muy negros. Casi un centenar que rodean al señor.
A la orden de “a por ella” se lanzan a por la chica.
Los colmillos de ella aparecen, las uñas crecen, la lucha comienza bajo el aullido de un lobo aterrorizado ante el espectáculo que rodea la luna llena.
Los primeros son recibidos por las manos en guantadas en espadas, las cabezas son cortadas ante los gritos del dolor, corre la joven entre las tumbas buscando cobijo para los nuevos ataques.
Las piedras se levantan del suelo atacando furiosamente a los pequeños monstruos que son salvajemente aplastados. Cuando está a punto de cantar victoria uno de ellos la ataca a traición, por la espalda. Rápidamente clava sus colmillos sobre el cuelo desgarrando la vida. Ella reacciona partiéndolo por la mitad.
Come sus tripas con la furia que la embarga. ¿Cómo puede cometer tan grave error de pasársele por alto el único que quedaba para darle el pasaporte? Tal vez por eso no se encontraba en posesión de retar a Orlof. Las fuerzas desaparecen en un mareo, el suelo la recibe con su dureza. El frío la embarga, el cuello sangra abundantemente, eso es el final.
Una voz la despierta.
- ¡Un puedes irte! -Manolo, arrodillado ante la moribunda, la besa apasionadamente.
- ¿Qué haces aquí?
- Algo me dijo donde estabas. Déjame luchar, te pido el poder para vengarte.
- ¡Que bonito! -ORLOF aplaude divertido. – Todo por ese simple humano que se arrastra. Respóndeme si vale la pena morir por él.
- No voy a morir, pues mi héroe va salvarme, responde antes de morder a su amado, que cae violentamente, convulsiones mueven todo su cuerpo, para levantarle de un salto, totalmente transformado.
Su pelo es largo, los ojos brillan, una fuerza descomunal mueve el suelo. Es el poder del hombre enamorado, del personaje gris que por una vez en su vida siente un poder que le embarga. Su voz suena profunda.
- Voy a matarte y ella revivirá en humana.
El jefe de los vampiros siente el miedo por primera vez en su existencia, ¿De donde sale ese poder? Antes de que pueda contestar el nuevo vampiro lo atraviesa fulgurantemente.
La muerte es instantánea, Vanesa se levanta recuperada totalmente, abrazándose al hombre que acaba de salvarla.
- ¿Qué hacemos a partir de este momento? - pregunta él.
- Con su muerte somos personas totalmente normales, tu vida de vampiro fue bastante corta. Solo nos queda vivir juntos para siempre y disfrutar del éxito de nuestras películas, tal vez algún día vienen otros a vengar la muerte de este miserable, lo aceptaremos. Sea como sea viviremos juntos o moriremos juntos.
La luna es testigo del beso entre numerosos cadáveres esparcidos. El amor vuelve a vencer al mal.

FIN


AP.

jueves, 28 de febrero de 2008

Que toda la vida es cine...Cine musical. Alma Leonor



Tengo el honor de presentaros el magnífico trabajo que ha escrito mi amiga Alma Leonor sobre el cine musical de todos los tiempos. Un auténtico placer para los sentidos. Que lo disfruteis:








... QUE TODA LA VIDA ES CINE ... (15-02-2008)

Y por último (de momento) hablamos de cine de “MUSICALES”

Voy a iniciar la última aportación a esta particular “cronología de mi cine favorito”, hablando de Musicales y películas recordadas por su música. Y digo que es mi ultima aportación, porque si me pongo a hablar del resto de géneros (gansters, belicas, aventuras, amor, dramas, comicas, fantasticas, suspense, terror docu-drama.......), es que ya no acabo “en jamás de los jamases” jejejeje.
La música siempre ha estado presente en el cine. En la época del Cine Mudo, la música (muchas veces en directo) acompañaba las escenas reforzandolas o matizándolas. En 1.927 se estrenó la primera película “sonora” precisamente con un musical, “El Cantor de Jazz”.
- Los “dorados años 30” fueron la época de los “Musicales de Broadway” llevados al cine, sobre todo, por Busby Berkeley. No eran más que películas en las que se “representaba” un musical, y éste era el único vehículo para la música. “Melodias de Bradway”, “Sombrero de Copa”, y otras por el estilo, consagraron a la pareja más emblemática del género, Fred Astaire y Ginger Rogers.
- Después vinieron Gene Kelly, Cyd Charisse, Donald O,Connor, Leslie Caron... bailarines que lograron exitos importantes con el director Stanley Donen, y con peliculas como “Un día en Nueva York”, “Brigadoom” (¿no es una fabula preciosa, un pais que solo aparece un día cada cien años?)o “Cantando bajo la Lluvia”, ésta de Vicente Minelli.
- A mi me gustó mucho “Las zapatillas rojas” con una expléndida Moira Shearer, quien llegó a realizar pocos papeles más. Su banda sonora ganó un Oscar en la época.
Un buen número de cantantes encontraron un filón en los filmes de este tipo, como Bing Crosby y Frank Sinatra (juntos en “Alta Sociedad”); Esther Williams (aunque esta por su habilidad como nadadora) en “Escuela de Sirenas”; y, sin duda, Elvis Presley, con un sin fin de “infumables” películas (cinematograficamente hablando ¿eh?, que él me parece “El Rey”), entre las que destacaría “El Rock de la Cárcel”. Además de éstos, hubo otros como Dean Martín o Sammy Daves Jr., que formaron pareja “musical” en varias películas.
Aún más tarde surgieron filmes que se instalaron, ya para siempre, en la mente de todos, por su música:
- “Sonrisas y Lágrimas”, “My fair Lady”, “Hello Dolly” (recuerdo una frase de esta película en la que Barbara Streissand decía que había conseguido que la gente se “riese con ella y no de ella”), o “West Side Story”. Sin embargo el Musical ya “no era lo que era” y no gozaba de los favores del público.
- Hubo intentos posteriores por rehabilitarlo, como “Empieza el Espectaculo” o la magnífica “Cabaret”, ambas de Bob Fosse. Tambien Alan Parker puso exitosas contribuciones con “Fama” y “Los Commitmes”, pero por las mismas épocas, se pudieron ver musicales de poca aceptación por la crítica (aunque con mucho éxito de publico) como “Fiebre del Sabado Noche”, “Greasse” (con una desastrosa continuación en “Stanly and Live”, además de otro infumable intento por revitalizar a Olivia Newton John con “Xanadu”), y alguna posterior como “Dirty Dancing” (ésta es, por otro lado, una de mis películas favoritas, con una de las más bellísimas canciones principales, ganadora de un “Oscar”).
- Ultimamente tambien se han realizado algunos buenos musicales, al más puro “estilo Holliwood”, como “Cotton Club”, “Molin Rouge”, “Chicago” o “El Fantasma de la Opera”.
Habría que hablar tambien de las películas que narran la vida de músicos y cantantes.
- Recuerdo por ejemplo “Musica y Lagrimas”, la vida del musico Glenn Miller, interpretada por James Stewart; y también “La Bamba” con Lou Diamond Phillips, sobre la vida de Ritchie Valens.
- Más recientemente “Gran Bola de Fuego”, basada en la vida de Jerry Lee Lewis, e interpretada por Dennis Quaid y Winona Ryder; y “Ray”, de Taylor Hackford, interpretada por Jamie Fox, sobre la vida de Ray Charles.
Antes he mencionado varios cantantes que hicieron películas exitosas. Ahora voy a mencionar a mujeres que contribuyeron con su voz a “hacer” de una película un éxito.
- De las más antiguas podemos mencionar a Juddy Garland (“El Mago de Oz”) y a su hija, Liza Minelli (“Cabaret”, “New York, New York”).
- De las recientes, recuerdo “La Rosa”, una película para lucimiento de Bett Midler, o “Yentl”, preciosa historia y preciosa voz de Barbara Streissand.
- Pero tambien otras cantantes como Cher (“Sirenas”), Tina Turner (“Max Mad-III”) o la mísmisima Whitney Houston (“El Guardaespaldas”) aportaron su voz y presencia a películas musicales y no musicales.
- No me voy a olvidar de Madonna, quizá la que ha alcanzado más fama, con películas como “Buscando a Susan Desesperadamente” o “Evita”.
Tres mujeres merecen tener un apartado especial, no por protagonizar una película musical, sino por una canción.
- Aquí quiero hacer un alto especial, y recomendar “La Venus Rubia” donde una más que magnífica Marlene Dietrich, encarnando a Lola-Lola, interpreta en el cabaret llamado “El Angel Azul”, una cancion mientras se va desprendiendo lentamente (como solo ella sabia hacerlo) de un disfraz de gorila. Por si alguien no ha visto esta película (es de los años 30), le diré que es el numero original que intento copiar Uma Thurman en una de las ultimas e infumables versiones de Batmant. Pero la Dietrich era mucha Dietrich, y su interpretación memorable, inimitable e insuperable.
http://es.youtube.com/watch?v=xJn41WpQlCQ
- Rita Heywood por “Put the Blame on Mame” (creo que es así, corregidme si me equivoco) la canción de “Gilda”, con ese maravilloso baile en el que se quita el largo guante negro... ¡¡¡Insuperable!!!
http://www.youtube.com/watch?v=7A-e7UnTa2k
- Y la otra es Marilyn Monroe con su cancion “Diamonds Are A Girl's Best Friend””, que interpreta en “Los Caballeros las Prefieren Rubias”. Aquí el guante era rosa......
http://www.youtube.com/watch?v=p0FDGnAIWpk&feature=related
Hay otro tipo de Peliculas Musicales, que son más propiamente “Musica” que cine.
- Por ejemplo “Jesucrito Superstar”, “¡Hair!”, o “The Wall” (“El Muro”), una magnífica película de Alan Parker, con música de Pink Floid (por cierto en este enlace se habla de esta película,
http://participacion.nortecastilla.es/vicentealvarez/blog
Hace mucho tiempo vi una película, absolutamente fuera de toda clasificación cinematográfica que se titulaba “KOYAANISQATSI”, y que era una sucesión de imágenes y música, muy bien montada y con la que disfruté muchísimo. Gracias a mi amigo Excato pude encontrarla y hay un comentario sobre ella en este mismo apartado de “Cine y Películas” de mi página.
Además de los propiamente musicales, el cine ha ofrecido grandes películas con logradas e importantísimas Bandas Sonoras, música que ha transcendido, muchas veces, más allá del propio filme.
- Recordarán muchos de mi “quinta” películas como “Love Story” (con Ali MacGraw y Ryan O’Neal), o “El Graduado”, pero más recordaremos su música, ésta última de Simon&Garfunkel.
- De la misma forma siempre asociaremos “Doctor Zhivago” a la “Canción para Lara”, y la musica de Maurice Jarre, quien tambien es el autor de la música de ”El año que vivimos peligrosamente” con unos jovencitos Mel Gibson y Sigourne Weaver.
- VanGelis también nos hará recordar para siempre “Carros de Fuego”, del mismo modo que sonarán siempre en nuestros oidos las bandas sonoras de Ennio Morricone de aquellos “Spaghetti Western”, quien volvió a ofrecer todo un recital de buen hacer en “Erase una vez en América”. Y la de otro italiano, Henry Mancini y su “Pantera Rosa”.
- Menciono alguna de las bandas sonoras que más me han gustado a mi (además de “Doctor Zhivago”): “Lo que el viento se llevó”, “Casablanca” (¡¡“of course”!! “Tócala otra vez Sam”) y de las más recientes, la de el filme “El útimo Mohicano” con Daniel Day-Lewis y Madeleine Stowe. ¡¡Cuantas noches de estudio me ha acompañado!!
Algunas películas se recuerdan por una cancion concreta, no por toda su banda sonora.
- Yo pondría la banda sonora de “Titanic” en este apartado, ya que es una sola canción la que más se conoce.
- En la misma categoría podríamos poner “Oficial y Caballero”, con una bella canción de Joe Cocker; “9 Semanas y Media”; “Top Gun”, “Gosht”, “Pretty Woman”, y una de las que a mi más me gusta “Don Juan de Marco” que en 1.996 estuvo nominada por mejor cancion por “Have you ever really loved a woman? “ de Bryan Adams.
Y no quiero acabar sin hacer mención a una serie de películas que pertenecen a dos géneros que quizá poco tienen que ver con los musicales: El wester y los Dibujos Animados.
- De películas del oeste recuerdo la música de “7 Novias para 7 Hermanos” de Stanley Donen, aunque esta película es simplemente un musical ambientado en el oeste, uno de los clásicos.
http://es.youtube.com/watch?v=s4o5QYQWgUA
- Pero a mi la que más me gusta es “La Leyenda de la Ciudad sin Nombre” de Joshua Logan, con unos magníficos Lee Marvin, Clint Eastwood y Jean Seberg, arropados por una fotografía impresionante y un montón de buenas canciones. Una de ellas, “Estrella errante”, es una curiosidad cantada casi en un sursurro por la peculiarísima voz de Lee Marvin. Y hay otra canción, “Maraia”, que está dedicada a una montaña. Para los amantes de las curiosidades les diré que éste es el autentico nombre de Maria Carey. Sus padres le pusieron el nombre que da título a esta canción porque les encantaba la película.
http://es.youtube.com/watch?v=LjqQLGTPF_o
- Y de Dibujos Animados, quiero mencionar “El Libro de la Selva”, sin duda la película favorita de mi hijo (y la mía por supuesto), quien la ponía una y otra vez sin descanso. La verdad es que valía la pena verla tantas veces, y escuchar sus canciones a menudo. ¡¡¡Me encanta esta película!!! y sobre todo el oso “Baloo”, jejejejeje.
http://es.youtube.com/watch?v=Ls0z-ZE47So
http://es.youtube.com/watch?v=h1WeliCDiYs
http://es.youtube.com/watch?v=lmeW_MMhuTk
http://es.youtube.com/watch?v=88BKHeWfA4Y
http://es.youtube.com/watch?v=34w5NhXcNcw
http://es.youtube.com/watch?v=umhG9py5dIo
http://es.youtube.com/watch?v=yChq1px_9sU
- Y otra película de Disney cuya música me gustó mucho es ........ ¡¡¡pues no!!!, no es “El Rey León” jejejeje. A mi me gustá más la música de “Tarzán”, pero, claro, es que es de Phil Collins.
http://es.youtube.com/watch?v=JIVaUcE4kAM


Estos tres trabajos sobre cine, surgieron hace tiempo al contestar un hilo del Foro de Que Leer. Los he retocado y poco y rescatado para Helicón.

... QUE TODA LA VIDA ES CINE...
... Y LOS SUEÑOS....
..............CINE SON.

AlmaLeonor

miércoles, 20 de febrero de 2008

La Comuna. Andrés Pons




Hoy os presento un inquietante relato de mi buen amigo Andrés Pons. Sin duda os divertirá, pero también os hará pensar en la condición humana y en la rutina que nos rodea. Que lo disfruteis.






LA COMUNA
Los disparos resaltan por todo el lugar invadiendo la noche en el escándalo de la sangre. El hombre manchado de sangre por todo su cuerpo grita órdenes por las ventanas de la cabaña.
Mira a la reportera fijamente
- Creo que debes irte si puede salir con vida de ésta, tienes una gran historia que contar, vamos a morir por lo que queremos, te aseguro que sólo siento un gran alivio.
UNAS HORAS ANTES
Silvia se levanta de un salto ante el sonido del despertador, la joven periodista recién graduada no va a olvidar su primer trabajo televisivo.
Dando tropezones por el reducido espacio llega al l baño. Un apartamento de alquiler que cuenta con lo preciso, habitación, cocina, aseo y un pasillo. Apenas amueblado con cuatro trastos viejos le queda bastante apartado del Madrid céntrico donde trabaja.
Lo único que puede permitirse por el momento; tampoco le importa demasiado saber que si su carrera va subiendo, también subirán sus aspiraciones de vida, podría estar viviendo tranquilamente en el chalet de sus padres, ambos periodistas bien adinerados. Enseguida se borra esos pensamientos, todo a lo que llegue debe ser por mí misma, no deja de repetirse a diario, por algo se pagó sirviendo copas en bares de mala muerte sus estudios, si permitiese unas llamadas de su progenitor ya estaría en alguna cadena importante.
Desde no es su plan, jamás dejara que le acorten su camino para que no la tomen en serio, no será la hija de, simplemente alcanzara sus objetivos por su propio nombre.
El móvil suena sacándola de su letargo:
- Soy Alfredo, hoy vas a tener que cubrir tu primer reportaje, una comuna de hipéis llevan armándola unos días por los montes.
Nada más, se corta la comunicación bruscamente dejándola con la palabra en la boca, su jefe siempre tan expresivo.
¿Un reportaje con cuatro colgados en el campo? ¡Joder nena como se nota que empiezas en esto! La rebeldía de la chica florece en esos momentos, por eso a pesar de su radiante belleza con poco más de la veintena no se le acercan los chicos.
¡Basta! Se regaña de nuevo ya en su ford fiesta que cada día echa más humo y su motor suena peor. Su madre siempre intentaba colocarla con algún pijo de la comunidad de millonarios. Algunas citas y se le terminaban las ganas de volver a ver a esos hijos de papá cuya mayor frustración es la avería de su nuevo yate.
Alguna vez encontraré un tipo de verdad con cosas que ofrecer a la vida, tal vez sólo sea una tonta soñadora pero tengo derecho a soñar por mí misma. Sus familiares nunca acababan de entender su filosofía de vida.
Melena rubia al viento que combina con sus ojos verdes en un rostro perfecto, sus 1,75 de estatura lucen divinamente en un físico deportivo perfectamente moldeado en todas sus curvas. Su belleza es una baza para la televisión, una cara preciosa ayuda a la audiencia.
Llega a los estudios tosiendo ante el aire siempre solucionado, vestida con unos prácticos vaqueros y jersey acude a la planta para recibir las instrucciones del día. El glamour por el momento le queda bastante atrás, de momento el nombre se lo debe currar en las calles.
- ¡Don Alfredo!
El director la mira con simpatía para reprimirle dulcemente:
- Supongo que en el manual de los jóvenes no entra llamar antes de entrar en los despachos como bólidos.
Alfredo es un hombre corpulento de estatura elevada que se mantiene perfectamente a sus cincuenta años, sus arrugas acompañadas de una progresiva calvicie ya no engaña su madurez a pesar de mantener una buena forma. Sus ojos son camuflados en unas gafas de bastante aumento, al parecer la edad empieza a dictar sus estragos.
Aprecia a Silvia desde que la conoció haciendo las prácticas, sabe que proviene de clase acomodada y sin embargo se está ganando las cosas por sí misma. Siempre nerviosa, con unas ganas locas de comerse el mundo. Está seguro que tiene un desparpajo especial para la profesión, el futuro es suyo y ayudará porque se lo merece, es la hija que siempre deseó aunque con su mujer no pudieran tener descendencia, tras un complicado aborto no deseado.
- Bien –prosigue con una sonrisa – toma asiento, que te explicaré los detalles de tu reportaje para esta tarde.
Al parecer unos vagabundos se acaban de hacer fuertes en medio del campo, construyeron sus barracas, viven de la naturaleza en plan ROBINSON CRUSOE, eso como comprenderás no le hace mucha gracia a las autoridades. Tras darles la orden de desalojo, el líder de ellos dice que combatirán su retirada. Desde luego no creo que llegue la sangre al rió, supongo que quieren algo de publicidad, dar la nota. Lo mejor es que acabamos de descubrir que el líder es un prestigioso médico desaparecido hace tiempo de su hogar, el tipo estaba considerado uno de los mejores especialistas del corazón.
- Jajajaja pues a perdido la puta cabeza y se dedica a hacer el tarzan por los montes al lado de sus adoradores.
- Como ves es algo bastante suculento, te lo doy a ti cuando muchos compañeros tuyos se pelean por entrevistar a ese chiflado. Creo que puedes sacarle bastante jugo.
Tras la reunión la joven se dirige emocionada en busca de su equipo, un doctor de enorme popularidad lo cambia todo. ¿Qué le llevo a dar un giro tan radical en su vida? De buenas a primeras se encuentra con una gran oportunidad en sus narices, lo que no sabe es que no se tratan de simple alborotadores. Ellos van a morir por su libertad.
……………………………………………………………………………………
EL MÉDICO
El despertador suena como cada mañana con su odioso timbre, Carlos, de unos magníficos cuarenta años, se incorpora con el rostro torcido, su mujer ronca plácidamente. Sin duda le tocó la lotería al casarse conmigo, piensa con desdén el hombre mientras se afeita.
Se levantará a media mañana para tomar café con pastas en alguna cafetería de alto standing, después seguramente realizará un montón de compras, se juntará con algunas amigas para despellejarse mutuamente, tal vez por la noche baje al cine y a dormir.
Una vida maravillosa aunque ellos ni se miren, no recuerda cuando fue la última vez que decidieron hacer el amor.
Su hija adolescente se cría con los mismos valores inculcados a base de tarjetas de crédito y todo tipo de comodidades, ambas son bellas por fuera con sus cabellos rizados que brillan en rubias melenas, la belleza es lo primero que le atrajo de su mujer, lo que jamás se pudo imaginar es que quince años de matrimonio la convirtieran en el ser superficial con el que estaba atrapado en sus cuatro paredes.
En el mundo exterior no puede disfrutar de mayor prestigio, un cirujano que llevaba a sus espaldas muchas vidas salvadas, casado con una mujer que fue varios años ganadora de múltiples premios por su rotundo físico. Gana dinero para vivir entre lujos, que desde luego se nota en el grandioso chalet donde se establecieron con piscina gigantesca, campo de tenis, baloncesto….etc. Físicamente se muestra resplandeciente con su estatura que sobrepasa sobradamente el 1,90, tez morena acompañada de unos preciosos ojos verdes. Su afición al tenis lo mantenía con un físico próximo al de un deportista de élite.
Guapo, inteligente, rico y admirado ¿Qué más se puede pedir? Seguramente el no estar atrapado en un mundo que no eligió, ya que se lo eligieron sus padres, él siempre soñaba por las noches cuando se transportaba en el televisor a mundos llenos de aventuras peligrosas de bestias con sangre en los ojos. El hombre bajo el manto de la falsa felicidad anhela vivir un mundo como realizador de documentales o encontrarse a sí mismo libre de los status sociales que le encadenan todos los días.
El día se presenta tan nublado como su alma, de nuevo el trabajo estresante con gritos por todo el lugar y gente enferma. Adoraba poder salvar a todos los que pudiera pero ¿Quién me salva a mí? Esa pregunta por desgracia no encontraba respuesta ni consuelo.
Aquel papel en el parabrisas de su Toyota cualquier otro momento hubiese acabado en el suelo, en el se anunciaba gente que poblaban unas cuevas en el bosque espeso de las afueras. Viven libremente sin reglas, con lo que les da la naturaleza, consiguiendo sus propios medios.
Todo tipo de personalidades que decidieron romper las conveniencias sociales para abandonarse a un mundo diferente.
Sin duda parece el panfleto de una secta barata, pero esos pensamientos que se explican lo atrapan desde el primer instante.
¿Puede ser esta nota la llamada que estaba esperando? ¿Tal vez venían a salvarlo? De repente sin saber lo que hace, arranca su coche hacia donde indica el plano, sin analizar el impulso; su vida se basaba en pensar profundamente cada paso a tomar, en esos momentos se rompía la norma.
DIARIO DE LA LIBERTAD
Soy el doctor Carlos, llevo tres meses alejado de la civilización que se convierten en los mejores de mi vida.
No echo nada de menos pues lo que deje atrás, no valía la pena, que mi mujer y mi hija vivan sus vidas de riqueza gracias a mí trabajo, eso me da igual, en esos momentos me encuentro comiendo un delicioso cordero que cazamos hace un par de horas.
Aquel papel cambió mi vida como jamás pude imaginar:
Recuerdo de la forma que llegué al sendero, bajé del coche y subí los tortuosos caminos con facilidad, no en vano me servía el deporte practicado tantos años.
Aquel aire hinchó mis pulmones, la calma se respiraba a cada paso que me llevaba a un paisaje de ensueño. Llegué a un camino que se cortaba en gran espesura tras una frondosa vegetación. Detrás de ella me cortaron el paso un grupo de personas que parecían salidos de una antigua película de náufragos.
Barbas casi hasta las rodillas, tan sólo vestidos con pantalones cortos, cuerpos peludos con musculatura resplandeciente, al igual que cabellos que bajan hasta los tobillos. Hombres y mujeres prácticamente desnudos llenos de heridas por una vida dedicada a la supervivencia.
- Si llegaste hasta aquí es porque encontraste nuestra nota, lo más importante es que necesitabas venir.
No puedo calcular demasiado su edad, supongo que ninguno de ellos es mayor que yo, la mayoría no parece sobrepasar demasiado la treintena.
- No se demasiado que hago aquí, solo puedo decir que estoy agotado por algo que me ahoga y no sé como explicarme, sólo puedo asegurar una cosa:
- me encuentro perdido bajo el peso de una vida que no quiero seguir viviendo.
No entiendo el porqué salio todo de mi boca, ni puedo encontrar una explicación coherente a todo aquello.
Por un lado algo me decía continuamente:
¿Qué cojones haces aquí con gente que parece salida del Apocalipsis? Vuelve a recorrer el camino a la inversa, date una buena ducha, llama al trabajo excusándote del retraso o mejor sal del paso con la excusa de un resfriado. Pero regresa a tu mundo, deja a estos locos antes de que acaben contigo.
Sin embargo al día siguiente quemaba mis ropas y empezaba mi aprendizaje para vivir cada día una nueva experiencia.
No tardé en transformarme en un magnifico cazador, pescador y leñador destacando en todas las actividades que realizábamos.
Entre las mujeres mis pasiones primarias se dirigieron hacia Elena, voluptuosa en su cuerpo con un pasado de profesora que aborrecía. Un marido que nunca le dio satisfacciones sexuales con un mundo que al igual que yo, ya no quería comprender.
Sus pechos abarcaban toda mi boca, en medio de la luna llena el lobo aullaba ante nuestros gruñidos de deseo animal.
Nuestros cuerpos se fundían con la fiereza de la pasión con la que se entrelazaban nuestras lenguas, el orgasmo caliente inunda la resistencia, ella lame todas mis zonas ante mis ojos deseosos. - Hacía demasiado tiempo que no sentía nada parecido.
- Doctor, creo que yo tampoco, por eso estamos aquí, cuando llegué me pasó lo mismo, no dejaba de preguntarme: ¿Qué pasa si enfermamos? Lo comprendí enseguida. No pasa nada, pues tendremos que durar lo que podamos de forma natural, esto no es un mundo artificial, si Dios cree que nuestro destino es enfermar deberemos aceptarlo.
- Prefiero morir saboreando este mundo que vivir bajo los efectos de drogas que siempre nos quitan lo que la vida decide.
Cuando volvimos a las cuevas, unos hombres de uniforme hablaban con uno de los cabecillas.
Recuerdo que nos miró con una tristeza que recorrió todo mi cuerpo en un frío que me paralizaba, pude adivinar lo que nos tenía que decir.
- Nos dan un plazo para abandonar esto, no tenemos permisos para vivir aquí, debemos volver a nuestras casas, muchas de nuestras familias denunciaron las desapariciones. Quizás todo llegue a su fin.
Una rabia se apodera de todo mí ser, llevo los meses más felices de mi vida y de repente no va a venir gente uniformada a privarme lo que libremente decidí.
- ¡Esta es nuestra casa! ¿A quien molestamos? ¿Qué papeles necesitamos? Llegué para escapar de la burocracia, envidias, vosotros me llamasteis, me sentí rescatado y nadie me puede obligar a volver.
- ¡Sí que pueden! (Exclama uno de ellos temeroso de las consecuencias) si no queremos por las buenas nos sacarán por las malas, pueden dispararnos.
En esos momentos mí ya poca cordura saltó por los aires:
- ¿Nosotros somos mancos? ¿No tenemos derecho a luchar por lo que queremos? Nos vamos de repente al primer problema. Os diré algo a todos, somos bichos raros para ellos. Cuando volvamos nos mirarán como a monos de feria, prefiero fallecer en estos parajes que morir en vida bajo el manto de la mediocridad.
- Si ellos disparan nosotros construiremos nuestras armas, si deciden atacar podremos decidir donde repelerles, conocemos esto metro a metro, estamos en forma y somos mil veces más fuertes. Elena me acaba de decir hace unos momentos una gran verdad que todos sabemos, sin medicinas, sin cuidados médicos. ¿Creéis que duraremos demasiado? ¿Qué llegaremos a ancianos? - Os puedo asegurar que no, pues esos de uniforme son nuestra enfermedad y debemos combatirla con nuestras propias medicinas, si finalmente tenemos que morir ¿Qué importa? Recuerdo lo que dejé atrás, antes de volver a morir en vida prefiero morir vivo.
De repente los vítores se alzaron ante mis ojos desorbitados, todos querían combatir, odiábamos la sociedad, en lo que se había convertido, ese cáncer llegaba a nosotros para liberar nuestra rabia o tal vez locura.
La guerra se declaraba, nos pusimos a cortar leña que nos serviría para construir lanzas afiladas, las grandes rocas se amontonaban rápidamente, esos tipos se enfrentaban a gente que no temía la muerte, ese es el peor enemigo.
Aquel que se libra de los temores mundanos es ciertamente terrible, no quiero ni imaginar lo que podían ser un centenar de personas con ojos inyectados en sangre dispuestas a matar si es preciso en nombre de la libertad que eligieron.
Todo se podía solucionar con una retirada pacifica, pero el tonto ego de las fuerzas del orden no permitiría una tregua que no dañaba a nadie.
El infierno se acerca, van a descubrir lo que cuatro melenudos locos pueden hacer.
EN EL INFIERNO
La reportera no siente ya su cuerpo ante la escalada, el cámara que le acaban de colocar no para de quejarse.
- ¡Joder! Todo esto para entrevistar cuatro colgados, necesito descansar.
Silvia vuelve a echarle una mirada asesina, el chico no llega al 1,70 pero mide mucho más a lo ancho con un estomago echo a base de comida basura en el burger. Con poco más de la veintena no puede subir las cuestas, como buena profesional viene con toda la ilusión del mundo, sin embargo tiene que aguantar a ese engendro que encima se peina con la raya en medio y lleva gafas de pasta.
Se pregunta divertida si el pobre podrá enfocar algo cuando lleguen, si no se muere en el camino, no tiene claro que todas sus dioptrías le permitan enfocar bien el objetivo.
- ¡Deprisa! Ya queda poco, deberías estar ilusionado pues tenemos una buena oportunidad.
- Por cierto ¿Cómo te llamas?
- ¡Me llamo Juan! Te lo he dicho ya tres veces.
- ¡Perdona! Responde irónicamente la periodista, - si te digo la verdad me importa un carajo.
- Lo que creo que te pasa es que no follas demasiado. (El chico sonríe abiertamente felicitándose de su propia ocurrencia).
- Sinceramente creo que la comida basura no sólo hace estragos en tu deformado cuerpo. Sigo sin entender cómo cojones sacaste tus estudios.
La conversación queda cortada, evidentemente no serán la pareja del año, pero deben comportarse con cierta naturalidad.
Al fin llegan al destino:
Lo primero que hacen es entrar en alguna cueva que se encuentra desierta.
- Bien, entremos y simplemente enfócame todo el tiempo, yo voy largando lo que vamos viendo.
- Estamos entrando en una de las cuevas que sirven de hogar a toda esta gente, creo que pueden comprobar que se encuentran perfectamente pulcras. Ya ven que tengo que agacharme para moverme por aquí, sus dimensiones de alto y ancho son mínimas.
- En la derecha observamos una pequeña librería con diversos tratados sobre espiritualidad u otros asuntos relacionados. Si avanzamos un poco vemos una pequeña cama echa a base de mantas sobre una forma rocosa, abajo un pequeño armario con algunos víveres.
- En el fondo una pequeña cocinita, por el suelo alguna radio, revistas parecen muy antiguas…. me sorprende la pequeña abertura que da algo de calor gracias a la luz solar, aunque la humedad en este recinto es terrible.
- Fuera cultivan pequeños jardines que aprovechan para plantar -la joven se que pensativa mirando a cámara surgiendo la improvisación – Si les digo la verdad no tengo ni idea pero creo que hace bastante bonito. Prácticamente la zona se encuentra llena de estas pequeñas cavidades. Si visitamos los caminos más llanos nuestros robinsones también construyeron algunas cabañas de dimensiones muy apretadas. Apenas distinguimos una entrada y en el interior sirven como pequeñas despensas donde guardan algunas provisiones.
- De momento es todo, en cuanto vuelvan les intentaré conseguir algunas entrevistas que servirán para saciarnos la curiosidad, supongo que todos ustedes se preguntarán.
- ¿Por qué gente bien situada en sus vidas decidieron escaparse de sus hogares? Ya saben que entre ellos se encuentra un distinguido doctor de fama nacional.
- Ya puedes cortar.
El joven observa sorprendido a Silvia:
- Me acabas de dejar sin palabras, eres muy buena, la verdad es que pocas veces se puede ver tanta desenvoltura en una debutante.
- Tú no te manejas nada mal con la cámara, creo que al final vamos a caernos bien – se calla de repente – Escucha, se acerca alguien, creo que ya están al llegar.
Tras unas presentaciones empiezan la entrevista, los reporteros empiezan a temerse lo peor al comprobar que locos o cuerdos argumentaban de forma totalmente creíble la situación.
El chico totalmente pálido hace un aparte:

- Despídete del medico loco inmediatamente, no se si te habrás dado cuenta que van completamente en serio. Están dispuestos a matar o morir por ello, creo que nosotros no pintamos nada aquí.

- Ya me di cuenta pero necesito saber el porqué, dame un tiempo.
Sin esperar palabra se planta delante de Carlos:
- La verdad es que no termino de entenderlo, dices que amas todo esto y que no tienes miedo a nada. Permíteme preguntarte ¿No es una cobardía escapar de los problemas para ocultarse en un lugar perdido? ¿Nunca pensásteis el plantar cara a vuestros problemas en vez de huir? Si no aguantas a tú esposa te puedes divorciar, si no quieres seguir ejerciendo un trabajo puedes buscar otro.
- Hablas igual que todos, yo te pregunto ¿Para qué cambiar si todo sigue igual?
Un disparo rompe el diálogo:
- ¡Vamos! ¡Debemos esconderos!
Los tres llegan a una de las cabañas cuando otro disparo alcanza al aventurero. Repleto de sangre mira con furia hacia los temerosos reporteros:
- ¡Grabadlo todo! ¡Si podéis salir con vida os aseguro que este infierno es vuestro pasaporte a la fama!
Sale malherido gritando furiosamente.
- Silvia se ve apoderada por un aura de locura que le traspasa, tal vez es la ambición del momento. Esta guerra también es nuestra.
- ¡Dame la puta cámara!
El anonadado chico la ve salir entre el tiroteo grabando en primera persona la matanza que acontece en el exterior, él solo puede llorar pensando que es el fin.
Las lanzas vuelan desde lo alto alcanzando a los policías y atravesando los corazones, las caras, brazos y piernas. Los cuerpos horriblemente mutilados yacen en fila india, grandes rocas se unen a las lanzas originando los sangrientos aplastamientos.
Los helicópteros llegan abriendo fuego, ante la oleada es imposible luchar cayendo uno a uno toda la comuna.
Elena se arrastra entre los cadáveres, al llegar junto a su amado solo puede pronunciar - Te quiero.
La periodista, viva milagrosamente, se despide de la retransmisión:
- Eso es todo, espero que el programa les resulte interesante, pues todavía no entiendo el porqué de esta guerra. Pero creo que todos somos culpables.
Al día siguiente, tanto ella como su ayudante figuraban como héroes, junto a todos los guardias fallecidos que cumplieron con su deber acabando con una lacra.
Su propio programa, la periodista del momento……………… Sin embargo empezaba a comprender a aquellos seres desilusionados por la condición humana.
FIN AP